martes, 5 de junio de 2018

153.- UN BANQUETE A REGAÑADIENTES



153.- 
«"La humanidad, amigos míos, es débil y necia. A todos nos han dicho que en el universo existe la gracia, pero, en nuestra humana necedad y miopía, pensamos que la gracia divina es finita y, por eso, temblamos. Ha llegado el momento en que nuestros ojos se han abierto, y ahora vemos que la gracia es infinita y nos percatamos de ello.
La gracia... no nos exige nada, salvo que la esperemos con confianza y la reconozcamos con gratitud. La gracia... no pone condiciones ni señala a ninguno de nosotros en particular; la gracia nos introduce... a todos en su seno y proclama una amnistía general.
Se nos da lo que hemos elegido, y lo que hemos rehusado... nos es concedido. ¡Ay, lo que hemos rechazado es derramado en abundancia sobre nosotros!"
Y aunque los hermanos y hermanas no habían entendido del todo el discurso del general, lo único que sabían es que una luz celestial había inundado aquellas habitaciones... Ancianos taciturnos recibieron el don de lenguas, y oídos que durante años habían permanecido casi sordos se abrieron a él. El tiempo mismo se había fundido con la eternidad y, mucho después de medianoche, las ventanas de la casa resplandecían como oro... A ninguno de ellos se le había ocurrido nunca pensar que pudieran ser exaltados por sus propios méritos. Cayeron en la cuenta de que la gracia infinita de la que había hablado el general les había sido otorgada... Las vanas ilusiones de esta tierra se habían desvanecido cual humo delante de sus ojos, y ellos habían visto el universo tal como realmente es».
Si la Biblia no te lleva en esta dirección, creo que no le estás permitiendo que lleve a cabo su mayor obra.


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