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Resulta doloroso pero necesario adoptar
una actitud crítica ante nuestro propio sistema, con independencia de cuál sea
éste. Hemos de ser conscientes, no obstante, de que eso nunca nos hará
populares. Como sabes, los profetas son rechazados siempre por los suyos (cf.
Lc 12,50-51) y a menudo incluso asesinados. Esto prepara el escenario para
comprender a Jesús y la poca frecuencia con que se alcanza el tercer estadio de
"integración".
La tercera sección de las Escrituras
hebreas está compuesta por los libros sapienciales e incluye, entre otros,
buena parte de los Salmos, el Eclesiastés, el Cantar de los Cantares, el libro
de la Sabiduría y, muy especialmente, el libro de Job. Aquí vemos con claridad
el surgimiento de lo que yo llamaría pensamiento no dualista. Los autores de
estos libros se sienten, por fin, suficientemente seguros para confrontarse con
el misterio y otros asuntos complejos que no pueden ser resueltos ni admiten
una explicación definitiva, que requieren confianza y sumisión y exigen avanzar
hacia un nivel más profundo que será denominado "fe" bíblica. Dios,
por ejemplo, no responde a ninguna de las preguntas de Job; antes bien,
introduce a este aún más en el misterio.
Míralo de la siguiente manera: (1) la ley
es la “tesis”; prepara el terreno en confrontación
con el cual (2) los profetas desarrollan una “antítesis” positiva, que, sin embargo, también es una crítica.
Comienza la dialéctica, el pueblo se esfuerza por tomar conciencia. (3)
Entonces, y solo entonces, surge la literatura sapiencial, que es una “síntesis” e integración de los dos
primeros momentos. Los dos primeros estadios están todavía atrapados en una
conciencia buena pero limitada y dualista; el tercer estadio representa un
avance hacia la paciencia en el trato con el misterio, la paradoja, el
sufrimiento y las limitaciones. Jesús constituye hasta tal punto una
representación dramática de la sabiduría del tercer estadio que termina creando
una religión por completo nueva, una religión que invariablemente es
malentendida por quienes continúan atrapados en los dos primeros estadios.
Recuerda lo siguiente: “¡la
trascendencia hacia niveles superiores de conciencia conlleva siempre la
inclusión de los niveles inferiores!” La mayoría de las reformas y
revoluciones de la historia no han sabido entender esto. Ahí radica el golpe de
genio de la revelación bíblica. La verdadera sabiduría valorará e incorporará
tanto la ley como los profetas, exactamente como dijo Jesús, "para darles
plenitud" (Mt 5,17).
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