miércoles, 6 de junio de 2018

93.- PODER BUENO Y PODER MALO


93.-
Ahora quizá entendamos el significado capital de las palabras iniciales de Jesús en su "discurso de investidura": "Dichosos los pobres de espíritu, porque el Reino de Dios les pertenece" (Mt 5,3). “Ellos” tienen una gran ventaja sobre el resto de nosotros, puesto que el privilegiado y oculto lugar de Dios está en lo inferior y en lo marginal de las cosas, nunca en lo superior ni en el centro.
La Biblia misma no es literatura de “establishment”, escrita desde la élite y para la élite. "He venido a anunciar la buena noticia los pobres" dice Jesús (Lc 4,18), si bien a menudo será considerada una mala noticia por aquellos que tienen mucho que proteger. La Biblia es a todas luces, una literatura que cuestiona lo establecido y está escrita por personas que se hallan fuera del sistema, débiles, perdedores, víctimas (con la excepción de Levítico, Números y 1 y 2 Crónicas, escritos por las clases sacerdotales). Quienes mejor la entienden son los que son capaces de mirar a la vida desde esa privilegiada posición de no formar parte del poder establecido.
Probablemente, la principal razón estructural del mal uso de la Biblia estriba en gran medida en que ha sido utilizada y enseñada por personas pertenecientes al sistema y situadas en lo alto de la pirámide social. Genera una jerga especializada de iniciados que no permite posibilidad alguna de crítica desde el exterior. De hecho, por lo general es necesario incorporarse al grupo para ser capaz siquiera de hablar con ellos.
No son malas personas en absoluto. Lo único es que miran a la vida desde un punto de vista bastante limitado y a menudo interesado, con un vocabulario propio que dificulta en gran medida su comunicación con otros. ¡Cuán diferente de nuestro predicador extraordinario, san Pablo, quien afirma que se hizo "judío con los judíos para ganar a los judíos" y "con los que no tienen ley [actué] como si yo tampoco la tuviera par aganar a los que no tienen ley; con los débiles me hice débil para ganar a los débiles"! En efecto, afirma, "me hice todo a todos para salvar como se a algunos" (1Cor 9,20-22). ¿Cómo hemos podido perder semejante grandeza y elasticidad del alma?
Recuerda, “todo punto de vista es una visión desde un punto de vista determinado”. La Biblia te ofrece un punto de vista nuevo y muy libre desde el que leer el mundo. Pero sólo lo experimentarás como libertad si no tienes mucho que demostrar ni mucho que proteger.

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