miércoles, 6 de junio de 2018

76.- PODER BUENO Y PODER MALO


76.-
Como veremos, en la Biblia la posición espiritual privilegiada le corresponde a lo inferior, a lo marginal, al forastero. En una palabra, esta es la razón por la que la revelación bíblica es revolucionaria e incluso subversiva. Se trata a todas luces de literatura desestabilizadora y, sin embargo, ha sido utilizada en gran medida por el poder establecido: ahí radica el núcleo de nuestro problema interpretativo. Los llamados "pequeños" (Mt 18,6) o "pobres de espíritu" (Mt 5,3), como los designa Jesús, son -a juicio de éste- los únicos receptivos a su enseñanza, los únicos que pueden crecer. Este parece ser el punto de partida de Dios, una suerte de programa en doce pasos, porque no reconoceremos, ni aceptaremos ni siquiera buscaremos, el poder verdadero hasta el momento que admitamos que "somos impotentes".
Cuando conduce al pueblo hasta la orilla del mar Rojo, Moisés dice a los israelitas: «No tengáis miedo; estad firmes y veréis la victoria que Yahvé os va a conceder hoy... “Yahvé peleará por vosotros; vosotros esperad en silencio”» (Ex 14,13-14). ¡Tal es el condensado inicio de lo que se convertirá en la mente contemplativa, del gran tema que llegará a ser la gracia!
Deja de intentarlo. Deja de forzar la realidad. Aprende el misterio de la sumisión y la confianza, y entonces te sobrevendrá, acontecerá a través de ti, contigo, en ti y, muy a menudo, a pesar de ti. Podría decirse que el único y eterno patrón de Dios es la “creatio ex nihilo”; Yahvé está siempre "creando algo de la nada". Los términos cristianos para designar ese eterno patrón son "resurrección" y "gracia". Los tres conceptos apuntan a lo mismo: al hecho de que Dios "da vida a los muertos y llama a existir lo que no existe" (Rom 4,17). Cabe afirmar que esta es la tarea primordial de Dios.

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