miércoles, 6 de junio de 2018

144.- UN BANQUETE A REGAÑADIENTES


144.- 
La primitiva alianza mosaica es presentada claramente como una alianza bilateral entre el pueblo y Yahvé (Ex 24); esa alianza es actualizada por Josué (Jos 24,1ss), ambas veces tras continuos fracasos -"adulterio"- por parte de Israel. Uno se pregunta si ha habido alguna época en la que la alianza hay sido observada por parte de la humanidad, y eso es lo que parece decir también Pablo (Rom 3,9; 5,12ss).
Luego el relato de Noé va más lejos, con Dios tomando otra vez la iniciativa. La alianza de Noé se extiende a "todos los seres vivos, a todo lo que vive en la tierra" (Gn 9,16). ‘¡Es bastante asombroso que no hayamos entendido esto como un preceptivo mandato ecológico de cuidar de la tierra y de los animales!’
Cuando llegamos a David, sin embargo, la alianza ha devenido casi enteramente unilateral, con Dios comprando cada vez más acciones de le empresa, hasta el punto de que parece ser el principal accionista y nosotros, en cambio, mero beneficiarios. Esto se convierte en la "nueva alianza" prometida por Jeremías (Jr 31,31). "No será como la alianza que hice con sus padres... la alianza que ellos quebrantaron, de modo que ahora les enseñaré quién es el Señor" (Jr 31,32). Yahvé muestra que él es el Señor sobrepujando a los israelitas en amor y escribiendo la ley en sus corazones (Jr 31,33), dándoles "un nuevo corazón y un nuevo espíritu" (Ez 36,25-27): todo desde el lado divino.
Isaías repite el mismo tema. Tras reprender a Israel por su fingida y poco entusiasta religión (Is 29,13), la respuesta de Dios puede ser glosada de la siguiente manera: "Muy bien, intervendré y los sacudiré para que se despierten; los voy a asombrar y transformar de arriba abajo. Los sabios que todo lo han explicado quedarán en evidencia como necios" (cf. Is 29,14).
Esos dos versículos constituyen una de las mejores descripciones que he encontrado en las Escrituras del ‘propósito de la gracia y sus efectos’, y como siempre, vienen a continuación de un serio fracaso de Israel. La respuesta de Yahvé a este fracaso es: "Os amaré en niveles aún más profundos, porque estoy decidido a ganar. Vuestra mezquindad no va a determinar ni limitar mi grandeza". ¿Qué otra clase de victoria podría tener Dios? Conozco personas que me han amado al menos así de bien; y ello, de forma muy hermosa. ¿Cómo va a ser el amor humano mayor que la capacidad divina de amar?

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