jueves, 7 de junio de 2018

33.- ACERTAR EN EL QUIÉN


33.- 
Solo secundariamente consiste la salvación en garantizarte la vida eterna; antes de nada se trata de concederte esa vida ahora, diciéndote: "Si la disfrutas ahora, también lo harás más tarde". ¡Y ello se convierte para ti en una profunda certeza interior! Si Dios me acepta ahora, cuando a todas luces soy indigno, ¿por qué tendría que cambiar de política más tarde? Puedes empezar a relajarte, a disfrutar de la vida, a amarla.
Este nuevo Dios seguro y protector es representado del modo más tierno: como una divina costurera. La primera imagen fue probablemente una imagen masculina de Dios como creador; ahora tenemos a Dios en una imagen casi femenina. El Génesis dice: "Dios cosió pellizas para el hombre y su mujer, y ellos se las pusieron" (Gn 3,21).
Se trata, a buen seguro, de la promesa de un Dios protector y solícito que les libra de su vergüenza y su odio a sí mismos. Este relato es el que imprime impulso a la Biblia en su conjunto, la cual desmantela paso a paso la habitual historia de una divinidad temible y amenazadora.
Dios nos libra de la vergüenza que sentimos “devolviéndonos nuestro propio ser”, ¡dándosenos Él mismo! Es imposible de superar eso. El amor humano hace otro tanto. Cuando alguien te ama, no solo se te da él, sino que, por alguna razón, te devuelve tu propio yo, sólo que mejor y más verdadero. Esta danza entre el Amante y el amado constituye la psicología de toda la Biblia, psicología que vemos poéticamente descrita en el maravilloso libro intitulado Cantar de los Cantares.
Sin embargo, en el siguiente capítulo del Génesis enseguida tendremos, por desgracia, la caída en el mecanismo del chivo expiatorio y el asesinato de Abel por Caín. Una vez que los seres humanos están fuera de la unión, simbolizada por el jardín, principia el entero patrón del miedo, odio, violencia, envidia.
Una buena parte del resto de la Biblia revelará los conflictos de la vida fuera del jardín o, en otras palabras, con la mente dualista de la desunión -y, sin embargo, con la constante invitación a regresar a la unión-. Semejante mal está inscrito en el texto mismo, y aquí comienza por el pobre Caín; pero incluso a él lo marca Yhwh, a fin de protegerlo cuando se marcha a vivir a una región situada "al este del Edén” (Gn 4,15). Esto lo entiendo como el inicio del tema de la herida sagrada.

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