miércoles, 6 de junio de 2018

79.- PODER BUENO Y PODER MALO


79.-
Son siempre los olvidados, como el rechazado profeta Jeremías o el justo sufriente Job, quienes comprenden las cosas con mayor profundidad y avanzan hacia la iluminación. Isaías probablemente lleva esta idea a su expresión cimera en lo que llamamos los "cuatro cánticos del Siervo sufriente", que se encuentran en Is 42-53.
La estudiosa franciscana Ilia Delio sintetiza, en The Humility of God [La humildad de Dios], este concepto con hondura. Reconoce que, “antes de encontrarse uno con Él, Dios es percibido como poder omnipotente; pero una vez acontecido el encuentro, es percibido como amor humilde. Este ha sido siempre el énfasis franciscano: ¡que Dios, en contra de todas las expectativas, es humilde!”. Después de Jesús, Dios no puede seguir siendo percibido como el Pantocrátor o la Omnipotencia misma, sino como miembro de una Trinidad humilde que se anonada. Así es el Dios que Francisco descubrió en Jesús.
En Éxodo, Jueces, Josué, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, los líderes políticos quieren forjar de continuo alianzas en aras de la seguridad militar. Sin embargo, Dios les dice siempre que no deben tener alianzas ni tratados ni caballos ni carros: han de confiar únicamente en Dios. ¿Es esto pura ingenuidad? ¿O se trata más bien de un intento de conmocionar y transformar la sabiduría convencional?
Como dirían Cyntia Bourgeault y otros, la conciencia en su estadio primitivo, centrado casi en la disyuntiva de ganar o perder, no puede imaginar que esto sea sino un piadoso regate. La sabiduría es "otro modo de conocer" y entiende las cosas en un nivel de inclusión más elevado, que aquí estamos llamando "transformación" o pensamiento no dualista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario